Debido al ritmo de vida de las grandes ciudades, más la integración de la mujer a las actividades productivas, ya es poco común que se coma en casa y mucho menos se preparen los alimentos de manera apropiada en los hogares. Debido a ello la gente recurre cada vez más a la comida rápida, integrándola a sus costumbres alimenticias.
El propio nombre «comida rapida» nace de la principal ventaja de este concepto gastronomico: el ahorro del tiempo. No solo ahorra cocinar, como sucede con todo tipo de restaurante, sino que el producto que ofrece es de preparacion rapida, llega rapido a las mesas y se puede comer con rapidez y facilidad, incluso a menudo sin cubiertos. De ahi que productos caracteristicos de la comida rapida sean hamburguesas, hot-dogs, sandwiches, pizzas, kebabs, etc.
Partiendo de la gastronomía de su cultura, Oriente Medio, la India o Roma ya contaban con puestos callejeros de venta de comida preparada, donde respectivamente servían falafel, cocas de aceitunas o pakora (especie de buñuelo de verduras con harina de garbanzo), por ejemplo.
Sin embargo, la comida rápida no sólo gira en torno a puestos callejeros, locales o restaurantes, sino que desembarca en las casas a partir de mediados del siglo XX. Es en 1954 cuando se populariza la comida instantánea (o TV dinner), basada en una preparación culinaria que queda lista en poco tiempo en horno o microondas.
Por otra parte, la comida rápida es saciante, y se caracteriza por unos precios económicos. Además, por su textura jugosa y sus sabores, agrada a los niños y se convierte en un producto familiar y de ocio juvenil. Si a todo ello sumamos el hecho de que permite la posibilidad de llevársela y consumirla en un lugar de elección del comensal o de hacerla llegar al domicilio, se incrementa mucho su popularidad.
A partir de 1990 aparecen los movimientos que denuncian la composición nutritiva de la comida rápida o fast food. Ésta a menudo se caracteriza por el alto contenido en azucares, grasas saturadas, aditivos culinarios, sal y condimentos que estimulan el apetito y aumentan la sed, lo cual lleva a consumir más comida y bebida. Es aquí cuando se acuñan los términos comida basura o comida chatarra para referirse a la comida rápida o fast food.
El auge de la comida rápida también ha generado “restaurantes gourmet” especializados en hamburguesas, pizzas… Y es que, no toda la comida rápida tiene que ser comida basura o chatarra. Lo importante es la calidad del producto y el equilibrio del menú.
A la vez, los mismos locales de comida rápida ofrecen opciones como ensaladas, pizzas veganas, etc.